Museo internacional del barroco
Contenidos
toyo itoarquitecto japonés
El Museo Internacional del Barroco (MIB) es la obra del Premio Pritzker de Arquitectura, Toyo Ito en México que recientemente abrió sus puertas en febrero de 2016. El proyecto pretende desarrollar un concepto que exponga la herencia de Puebla y México durante el periodo barroco, los principios fundamentales de la estética del mismo movimiento y la proyección en todos los ámbitos de las sociedades europeas y latinoamericanas de los siglos XVII y XVIII.
El organismo que conforma el Museo Internacional del Barroco es un acercamiento para compartir, exponer y subrayar la importancia de los movimientos artísticos del pasado que han sido centrales en la historia de nuestro país, y en este caso, del mundo. Es una forma de entrar en contacto con los visitantes, de crear un espacio contemporáneo que contenga el lenguaje barroco como dirección museográfica, de mantener la coherencia con la conexión visitante-espacio-historia y de compartir la identidad que ha generado sus raíces.
El MIB se encuentra en Puebla, ofreciendo contenidos temáticos con énfasis en el ámbito global del Barroco, mostrando colecciones de diferentes países así como servicios y actividades desarrolladas particularmente en el campo de la educación, la literatura, los contenidos multimedia y visuales. El museo completa su visita con una biblioteca, tienda, auditorio y restaurante para disfrutar de la magnificencia del espacio.
museos en puebla
Obra del ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2013, Toyo Ito, el diseño del museo cuenta con 702 piezas curvas de concreto blanco de entre 18 y 25 metros de altura, comprendidas en 18,150 metros cuadrados divididos en dos niveles.
“Lo que el espectador puede ver del museo son piezas formadas por una capa de hormigón blanco en el exterior, una capa de hormigón blanco en el interior y un centro hueco que se rellenó in situ”, explica Rafael Barona, arquitecto de DANSTEK, la empresa responsable de la construcción.
Las piezas prefabricadas permitieron la forma curva de cada muro, manteniendo la máxima calidad de acabado. Esta técnica ayudó a reducir el tiempo de ejecución original en un 48%, a eliminar el uso de grapas de armazón en la obra y a reducir el consumo de hormigón blanco en un 40%, ya que los muros sólo necesitaron hormigón blanco para sus capas interiores y exteriores. El interior de los muros se ha colado con hormigón gris autocompactante.
Las 702 piezas de los 54 muros del museo se construyeron con esta mezcla. Su construcción requirió el uso simultáneo de 10 grúas que permitieron completar la obra en un tiempo récord de 27 semanas. “Toda la estructura fue creada, resuelta y terminada en México, con un diseño japonés, una ejecución 100% mexicana y una calidad máxima”, añadió Barona.
museo barroco puebla
El Museo Internacional del Barroco de Puebla ha sido diseñado por el famoso arquitecto japonés Toyo Ito. El Museo exhibe lo mejor del barroco internacional procedente de Brasil, Cuba, China, España, Francia, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Portugal y 21 museos además de fundaciones mexicanas.
Diseñado por el japonés Toyo Ito, el museo interactivo fue financiado con inversiones de los gobiernos federal y estatal, así como de la iniciativa privada. Exhibe lo mejor del barroco internacional de Brasil, Cuba, China, España, Francia, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Portugal y 21 museos además de fundaciones mexicanas.
El nuevo Museo Internacional del Barroco, de 18.000 metros cuadrados, está considerado como uno de los más ambiciosos de la historia de Puebla. El edificio de dos plantas alberga salas de exposición permanente y cuenta con áreas dedicadas a la ciencia, la naturaleza y la experimentación científica. El programa incluye un auditorio, una terraza y un patio exterior.
Entre sus salas permanentes destacan: Teatro Mundi, Angelópolis, Sentimiento barroco, Pintura y escultura, Letras barrocas, Deleitar y conmover, Artificios diluidos y Barroco contemporáneo, que ofrecen una visión integral de las diferentes manifestaciones del arte desde sus orígenes hasta la actualidad.
toyo ito
De vez en cuando, una ciudad consigue exactamente el museo que necesita. Bilbao utilizó su Guggenheim para completar una transformación postindustrial. El Museo de Arte Moderno impulsó las aspiraciones del siglo XX de Nueva York de ser la metrópolis moderna por excelencia. El Museo de Antropología de Ciudad de México reúne pruebas asombrosas de todas las culturas antiguas sobre las que se asienta la nación. Y desde 2016, la ciudad de Puebla, a dos horas al sur de la capital, tiene su Museo del Barroco Internacional, una oda a un movimiento de larga duración que atravesó océanos y surgió en el altiplano mexicano.
El reto de Ito era evocar la arquitectura barroca sin mimetismos ni ostentaciones, diseñar un santuario local contemporáneo para un fenómeno global de hace mucho tiempo. Y tenía que capturar la gloria de Puebla en un lugar alejado del centro colonial, en un parque rodeado de autopistas y rodeado de bloques de oficinas. Si consiguió todo eso, es porque depende de un sentido barroco del teatro. Al anochecer, las paredes curvas y plegadas del exterior se ondulan como cortinas iluminadas por las candilejas. En el interior, cada cámara ofrece una nueva escena, otra oportunidad para dejarse llevar por el artificio y la luz. Los techos pintados de los palacios europeos se ciernen sobre las paredes. Vestidos y chalecos bordados brillan detrás de un cristal, como en un escaparate salvaje que vi en el centro, en el que conejitos de peluche gigantes se codeaban con maniquíes con elaborados tocados, cueros y estampados florales incandescentes. En el centro de la galería de arquitectura hay un arco de triunfo, una confección de aspecto comestible de papel escarlata, lima y fucsia realizada por Humberto Spindola para la inauguración en 2016. Este es un museo del exceso.