Museo del mañana rio de janeiro
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ventanas del museo del mañana
El Museo del Mañana es un museo de ciencias aplicadas que explora las oportunidades y los desafíos que la Humanidad se verá obligada a afrontar en las próximas décadas desde la perspectiva de la sostenibilidad y la convivencia. Lanzado en diciembre de 2015 por el Ayuntamiento de Río de Janeiro, el Museo del Mañana es un activo cultural de la Secretaría de Cultura de Río, actualmente gestionado por el IDG (Instituto para el Desarrollo y la Gestión). Ejemplo de una asociación bien lograda entre el poder público y la iniciativa privada, el Museo cuenta con el Banco Santander como patrocinador principal, Shell Brasil como mantenedor y una amplia red de socios patrocinadores como IBM, Engie, Globo, Lojas Americanas y el apoyo de B3, EMS, EY, Booking.com, Carrefour y CSN. El museo fue concebido originalmente por la Fundación Roberto Marinho.
datos del museo del mañana
El Museo del Mañana atracó en Río de Janeiro en diciembre de 2015, apenas unos meses antes de que la ciudad acogiera uno de sus mayores eventos, los Juegos Olímpicos de 2016. El museo acoge a visitantes, vecinos, socios, patrocinadores, empleados y directivos para reflexionar sobre la construcción del mañana desde los pilares éticos de la sostenibilidad y la convivencia, teniendo en cuenta los escenarios y retos del presente.
El Museo del Mañana es un icono arquitectónico, bien enclavado en el centro histórico de la ciudad y en la Bahía de Guanabara, uno de los principales puertos del país. El museo se convirtió rápidamente en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, alcanzando el título de museo más visitado y mejor evaluado de Brasil, con una puntuación media de 9,56 otorgada por los visitantes – según una investigación realizada en 2018.
El éxito del museo con el público también ha tenido eco en la crítica: en su primer año de apertura, el Museo del Mañana recibió el “Mejor Museo del Año en América del Sur y Central” en los Leading Culture Destinations Awards, conocidos como los “Oscars de los Museos”, en reconocimiento al conjunto de su proyecto arquitectónico y museográfico. Los Premios LCD volverían a reconocer al museo en 2018 como la “Mejor Institución Cultural para Promover el Poder Blando”, identificando el poder de movilización y compromiso del museo con las comunidades de su entorno.
arquitectura del museo del mañana
El Museo del Mañana atracó en Río de Janeiro en diciembre de 2015, apenas unos meses antes de que la ciudad acogiera uno de sus mayores eventos, los Juegos Olímpicos de 2016. El museo acoge a visitantes, vecinos, socios, patrocinadores, empleados y directivos para reflexionar sobre la construcción del mañana desde los pilares éticos de la sostenibilidad y la convivencia, teniendo en cuenta los escenarios y retos del presente.
Estas son las preguntas a las que el IDG (Instituto para el Desarrollo y la Gestión) ha tratado de dar respuesta durante estos últimos cuatro años, mientras abrazamos nuestra misión de gestionar el recinto con pasión, compromiso, creatividad y alegría.
Fruto de una fructífera colaboración público-privada, el museo no ha dejado de ofrecer un excelente servicio al cliente y una programación variada y de calidad a su creciente número de visitantes. Para ello, IDG ha desarrollado un modelo de gobernanza sólido y transparente, una estructura de seguridad financiera única y un sistema de funcionamiento y logística eficiente, con un equipo transdisciplinar en constante diálogo.
de qué está hecho el museo del mañana
El Museo del Mañana fue diseñado para ser uno de los iconos arquitectónicos de Porto Maravilha, la remodelación de la zona portuaria de Río de Janeiro, actualmente el mayor proyecto urbanístico del país. El edificio del museo, de 15.000 metros cuadrados, se asienta en un terreno de 30.000 metros cuadrados que cuenta con estanques reflectantes, espacios verdes, un carril bici y una zona de uso recreativo.
El propio edificio, con su diseño único y sus características sostenibles, es esencialmente un elemento del contenido del Museo del Mañana. Inspira el debate sobre temas como la energía solar, las opciones de diseño arquitectónico, la relación con la ciudad y la limpieza de la bahía de Guanabara. “Un recorrido por el museo es una lección de sostenibilidad, de botánica, una clase sobre el significado de la energía solar”, destaca Calatrava. “El edificio es como un organismo que tiene una relación directa con el paisaje”.
El diseño del edificio, cuya cubierta metálica pesa 3.810 toneladas, ha requerido la importación de maquinaria especializada de última generación para crear los encofrados fluidos de hormigón, el principal material utilizado en la construcción. La cubierta metálica se extiende 70 metros más allá del edificio hacia la plaza y 65 metros sobre la piscina reflectante, en el lado de la bahía. Estos elementos requirieron pruebas en un túnel de viento para garantizar una dinámica adecuada. “Fue un diseño muy desafiante en términos de construcción”, recuerda Lucia Basto, directora general de Patrimonio y Cultura de la Fundación Roberto Marinho. “Siempre intentamos crear algo que aporte valor y esté en consonancia con nuestra preocupación por el medio ambiente y los seres humanos. Nuestra intención con el museo era crear algo que moviera a los visitantes a comprender los tiempos que estamos viviendo.” Los paneles solares instalados en 48 secciones en forma de ala sobre el techo metálico se mueven para permitir la máxima exposición al sol.
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