Obras maestras de la colección del museo guggenheim bilbao

Obras maestras de la colección del museo guggenheim bilbao

museo arqueológico etnográfico

El edificio, una de las obras más admiradas de la arquitectura contemporánea, ha sido aclamado como un “momento clave en la cultura arquitectónica”, ya que representa “uno de esos raros momentos en los que los críticos, los académicos y el público en general están completamente unidos en torno a algo”, según el crítico de arquitectura Paul Goldberger[2] El museo fue el edificio más nombrado como una de las obras más importantes completadas desde 1980 en la Encuesta Mundial de Arquitectura de 2010 entre los expertos en arquitectura[2].

El museo fue construido por Ferrovial,[7] con un coste de 89 millones de dólares[8] Unos 5.000 habitantes de Bilbao asistieron a un espectáculo previo a la inauguración en el exterior del museo la noche anterior a la apertura oficial, con un espectáculo de luces al aire libre y conciertos. El 18 de octubre de 1997 el museo fue inaugurado por Juan Carlos I de España[5].

La Fundación Solomon R. Guggenheim seleccionó a Frank Gehry como arquitecto, y su director, Thomas Krens, le animó a diseñar algo atrevido e innovador[9] Las curvas del exterior del edificio pretendían parecer aleatorias; el arquitecto dijo que “la aleatoriedad de las curvas está diseñada para atrapar la luz”[10]. [El interior “está diseñado en torno a un gran atrio lleno de luz con vistas a la ría de Bilbao y a las colinas circundantes del País Vasco”[11] El atrio, al que Gehry apodó La Flor por su forma, sirve de centro organizador del museo[6].

piezas famosas del guggenheim

El edificio, una de las obras más admiradas de la arquitectura contemporánea, ha sido aclamado como un “momento clave en la cultura arquitectónica”, ya que representa “uno de esos raros momentos en los que los críticos, los académicos y el público en general están completamente unidos en torno a algo”, según el crítico de arquitectura Paul Goldberger[2] El museo fue el edificio más nombrado como una de las obras más importantes completadas desde 1980 en la Encuesta Mundial de Arquitectura de 2010 entre los expertos en arquitectura[2].

El museo fue construido por Ferrovial,[7] con un coste de 89 millones de dólares[8] Unos 5.000 habitantes de Bilbao asistieron a un espectáculo previo a la inauguración en el exterior del museo la noche anterior a la apertura oficial, con un espectáculo de luces al aire libre y conciertos. El 18 de octubre de 1997 el museo fue inaugurado por Juan Carlos I de España[5].

La Fundación Solomon R. Guggenheim seleccionó a Frank Gehry como arquitecto, y su director, Thomas Krens, le animó a diseñar algo atrevido e innovador[9] Las curvas del exterior del edificio pretendían parecer aleatorias; el arquitecto dijo que “la aleatoriedad de las curvas está diseñada para atrapar la luz”[10]. [El interior “está diseñado en torno a un gran atrio lleno de luz con vistas a la ría de Bilbao y a las colinas circundantes del País Vasco”[11] El atrio, al que Gehry apodó La Flor por su forma, sirve de centro organizador del museo[6].

el jardín de la televisión

Desde el momento de su creación, el Museo Guggenheim Bilbao ha trabajado para reunir una colección de obras de arte significativas desde mediados del siglo XX hasta la actualidad. Algunas de las piezas que hoy componen esta colección destacan como iconos de la época contemporánea; cuando se dieron a conocer causaron una fuerte impresión que no dejó indiferente a nadie, y con el paso de los años han ido creciendo hasta convertirse en verdaderos hitos de la historia del arte contemporáneo.

Obras maestras de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao ofrece al visitante la posibilidad de contemplar algunos de estos hitos en una exposición que yuxtapone la obra de gran expresividad Iberia, de Robert Motherwell, sobre la tragedia de la Guerra Civil española, con el inconfundible tono azul brillante patentado por Yves Klein que domina su Gran antropometría azul (ANT 105), y el uso reiterado por parte de Andy Warhol de la icónica imagen de Marilyn Monroe con la expresividad del gran cuadro serigrafiado Barcaza de Robert Rauschenberg.

Los artistas alemanes Anselm Kiefer y Gerhard Richter y los estadounidenses Jean-Michel Basquiat y James Rosenquist también están representados en esta muestra con piezas destacadas, y la escultura está presente en las obras de los maestros vascos Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, situadas en su contexto internacional.

colección peggy guggenhe

La exposición sigue una cierta cronología. La segunda planta alberga, fundamentalmente, obras de gran formato, como el mural de Sol LeWitt expuesto en la galería para la que fue creado específicamente por el artista o la serie de obras de Anselm Kiefer, presentadas en la galería para la que fueron adquiridas.

Como complemento a las obras anteriores, se encuentran las obras site-specific de las galerías 101 y 104, encargadas de acuerdo con una de las políticas fundamentales de adquisición del museo: Instalación para Bilbao (1997) de Jenny Holzer y el grupo escultórico La materia del tiempo (1994-2005) de Richard Serra. La exposición también conduce a los visitantes al exterior para explorar obras en el recinto del museo que entablan diálogos provocativos con su entorno: La volátil Fuente de Fuego de Yves Klein (1961, fabricada en 1997) y la Escultura de Niebla #08025 (F.O.G. ) (1998) en el estanque; la monumental Maman (1999) de Louise Bourgeois, Tall Tree & the Eye (2009) de Anish Kapoor y Tulips (1995-2004) de Jeff Koons con vistas al río; Embrace XI (1996) de Chillida en la terraza del segundo piso; Puppy (1992) de Koons en la plaza del museo; y Arcos rojos / Arku gorriak (2007), la intervención de Daniel Buren en el puente de La Salve.

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