Compañía nacional de teatro clásico
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Compañía de teatro clásico
La Compañía de Teatro Clásico Irlandés es un teatro de artes escénicas situado en Buffalo, Nueva York. Presenta excelentes producciones en el Andrews Theatre, el único teatro en vivo del oeste de Nueva York. En este entorno íntimo, nunca se está a más de 3 metros del escenario.
Presentar las mejores obras de la literatura dramática: Obras irlandesas, tanto tradicionales como contemporáneas, clásicos internacionales y obras modernas de mérito excepcional. Producirlas al más alto nivel de excelencia artística. Ofrecerlas al público de Búfalo, el oeste de Nueva York y el sur de Ontario y, posteriormente, al público nacional e internacional.
En 1985, dos hermanos nacidos en Dublín, Vincent y Chris O’Neill, actores de fama internacional y antiguos miembros del célebre Abbey Theatre de Irlanda, se encontraron en Búfalo representando Esperando a Godot, de Samuel Beckett, en el comedor de un hotel local.
Fueron acogidos con entusiasmo por el público y la crítica del oeste de Nueva York y, junto con sus compatriotas Josephine Hogan y el difunto Dr. James Warde, formaron la Irish Classical Theatre Company.
Premios a las compañías de teatro clásico
El Teatro Clásico de Harlem es una corporación sin ánimo de lucro 501(c)3 que se propone crear oportunidades de empleo y educación para personas de color y otros grupos marginados en el campo de las artes teatrales. Esto incluye a actores, directores, diseñadores, escritores e incluso administradores. Para asegurar su impacto, el CTH hace hincapié en la diversidad de sus repartos y de su liderazgo institucional. Presentamos a personas de color en papeles canónicos, así como en puestos de autoridad en los que tradicionalmente no se les ha tenido en cuenta. Al centrarnos en la diversidad, atraemos a un público muy diverso, que ve en el CTH reflejos integrales de sí mismo.
Mantener una compañía de teatro profesional dedicada a presentar los “clásicos” en los escenarios de Harlem; crear oportunidades de empleo y de difusión educativa en las artes teatrales para la comunidad de Harlem; crear y alimentar un público nuevo, joven y culturalmente diverso para los “clásicos”; y aumentar la conciencia del teatro y del gran arte en Harlem. [1]
Wikipedia
El objetivo principal de esta compañía es recuperar, conservar, revisar y difundir el patrimonio teatral español anterior al siglo XX, centrándose especialmente en el Siglo de Oro. Fundada en 1986 por Adolfo Marsillach, esta institución teatral depende del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música. Pretende ser un referente del teatro clásico en España, con su programación regular y con sus giras, contando con importantes profesionales. En ocasiones también recurre al repertorio de clásicos universales. Entre algunas de sus obras, el teatro ha puesto en escena obras de autores tan conocidos como Lope de Vega, Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes o Tirso de Molina. También pretende formar a jóvenes actores y ofrecer actividades educativas.
Desde su creación, la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha funcionado bajo diversos directores, como Rafael Pérez Sierra, Andrés Amorós, José Luis Alonso de Santos o Eduardo Vasco. Su sede permanente es el Teatro de la Comedia (cerrado por reformas), aunque también tiene otras sedes en el Teatro Pavón (actual sede temporal) y en el Hospital de San Juan mientras se desarrolla el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Qué es el teatro clásico
La undécima temporada del CTC consistió en la segunda producción de la compañía del gran Sherlock Holmes en El regreso de Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle y adaptada por Timothy N. Evers, así como el estreno local de La bella doncella del oeste, de Thomas Heywood.
La temporada del décimo aniversario del CTC tuvo una gran carga política con las producciones de La profesión de la señora Warren, de George Bernard Shaw, el drama Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen, y la farsa rusa El inspector del gobierno, de Nikolai Gogol.
En nuestra temporada 2016-2017, el CTC tuvo el honor de recibir el prestigioso premio National Theatre Company Grant Award del American Theatre Wing, al tiempo que llevó a escena El oso y la proposición, de Chéjov, La sonata fantasma, de August Strindberg, y el estreno local de El barbero de Sevilla, de Beaumarchais.
Las producciones de nuestra octava temporada nos permitieron volver a Henrik Ibsen con Casa de muñecas, y a los griegos con Los pájaros. Además, nos encantó ofrecer Enrique V de Shakespeare en el 600 aniversario de la batalla de Agincourt.