Obras de teatro de shakespeare
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Hamlet
Por término medio, los británicos han leído o visto unas 5 obras de Shakespeare, lo cual es comprensible dado el lugar que ocupa en el plan de estudios y las numerosas adaptaciones de sus historias en Hollywood. Hay una diferencia de clase -los de clase media dicen conocer 6 obras por término medio; los de clase trabajadora dicen conocer 4- y también una diferencia de género, ya que las mujeres conocen por término medio dos más (6) que los hombres (4). Los mayores de 65 años dicen conocer hasta 7.
Si conoces Pericles (la obra menos conocida) eres un fanático acérrimo, más que quien conoce El Rey Lear (nicho, con un 17%). Si conoces Otelo no eres el único (popular, con un 22% de saturación), pero eres un fanático más comprometido que los que sólo conocen Macbeth (mainstream, con un 47%).
Romeo y Julieta encabeza la lista de popularidad, pero curiosamente es mucho más popular entre los 18-24 años. El 72% de la generación más joven conoce esta obra, debido seguramente a la adaptación cinematográfica de Baz Luhrmann protagonizada por Leonardo DiCaprio, lo que supone la puntuación más alta para cualquier obra en cualquier grupo demográfico importante. Entre los mayores de 65 años, Sueño de una noche de verano es la obra más popular, con un 52% de saturación, mientras que El mercader de Venecia (44%) iguala a Romeo y Julieta (45%) y Macbeth (44%).
Bien está lo que bien acaba
Las obras de Shakespeare retratan a personas reconocibles en situaciones con las que todos podemos relacionarnos: el amor, el matrimonio, la muerte, el duelo, la culpa, la necesidad de tomar decisiones difíciles, la separación, el reencuentro y la reconciliación. Lo hacen con gran humanidad, tolerancia y sabiduría. Nos ayudan a entender qué es ser humano y a afrontar los problemas que conlleva serlo.
Como las obras de Shakespeare están escritas para ser representadas, se renuevan constantemente y se adaptan al lugar y al momento en que se representan. Su lenguaje es maravillosamente expresivo y poderoso, y aunque a veces pueda parecer difícil de entender en la lectura, los actores pueden darle vida. Las obras ofrecen a los actores algunos de los papeles más desafiantes y gratificantes jamás escritos. Son a la vez entretenidas y conmovedoras.
En el primer Folio de 1623, la primera edición de las obras recopiladas de Shakespeare, se dividen en Comedias, Historias y Tragedias. Con el tiempo, se han dividido en romances, que incluyen La Tempestad, El cuento de invierno, Cymbeline y Pericles. El término “obras problemáticas” se ha utilizado para incluir obras tan aparentemente diversas como Medida por medida, Hamlet, Bien está lo que bien acaba y Troilo y Crésida.
Como quieras shakespeare
Las obras de Shakespeare son un canon de aproximadamente 39 obras dramáticas escritas por el poeta, dramaturgo y actor inglés William Shakespeare. El número exacto de obras -así como su clasificación como tragedia, historia o comedia- es objeto de debate entre los académicos. Las obras de Shakespeare se consideran una de las más importantes de la lengua inglesa y se representan continuamente en todo el mundo. Las obras se han traducido a todas las lenguas vivas importantes.
Muchas de sus obras aparecieron impresas en una serie de quartos, pero aproximadamente la mitad de ellas permanecieron inéditas hasta 1623, cuando se publicó el First Folio póstumo. La división tradicional de sus obras en tragedias, comedias e historias sigue las categorías utilizadas en el Primer Folio. Sin embargo, la crítica moderna ha etiquetado algunas de estas obras como “obras problemáticas” que eluden una fácil clasificación, o quizás rompen a propósito las convenciones genéricas, y ha introducido el término romances para lo que los estudiosos creen que son sus últimas comedias.
Comedias de shakespeare
Enrique VIII es una obra de historia en colaboración, escrita por William Shakespeare y John Fletcher, basada en la vida de Enrique VIII.[1] Un título alternativo, Todo es verdad, se registra en documentos contemporáneos, y el título Enrique VIII no aparece hasta la publicación de la obra en el Primer Folio de 1623. Las pruebas estilísticas indican que las escenas individuales fueron escritas por Shakespeare o por su colaborador y sucesor, John Fletcher. Su estructura es característica de los romances tardíos. Destaca por tener más indicaciones escénicas que cualquiera de las otras obras de Shakespeare[2].
Durante una representación de Enrique VIII en el Globe Theatre en 1613, un disparo de cañón empleado para efectos especiales incendió el techo de paja del teatro (y las vigas), quemando el edificio original del Globe hasta los cimientos.
La obra se abre con un prólogo (a cargo de una figura no identificada), que subraya que el público verá una obra seria, y hace un llamamiento a los miembros del público: “Los primeros y más felices oyentes de la ciudad”, para que “se pongan tristes, como nosotros queremos hacerlos”.