Teatro nacional de la opéra comique
Contenidos
La ópera cómica de parís
Desde la Edad Media, los espectáculos teatrales ligeros y populares formaban parte de las ferias parisinas de temporada, especialmente la Foire Saint-Germain y la Foire Saint-Laurent. En ellas se representaban farsas, actos en la cuerda floja, acrobacias y marionetas, y también música, como vodeviles y canciones populares. El público era diverso, de todos los niveles de la sociedad, y las presentaciones se hacían en escenarios improvisados. Sin embargo, con la creación en 1672 de la Académie royale de Musique (conocida popularmente como la Ópera) del rey Luis XIV, bajo el mando de Jean-Baptiste Lully, el uso de la música por parte de las compañías de feria se redujo considerablemente[6][7].
La opéra comique francesa, al menos en el siglo XIX, no era necesariamente “cómica”, ni en el sentido clásico de terminar felizmente ni en el moderno de ser divertida; el término abarcaba una categoría de obras mucho más amplia. Entre los compositores más destacados de la historia de la Opéra-Comique se encuentran Auber, Halévy, Berlioz y Bizet. Tras la llegada de Rossini a París, las nuevas obras de la Opéra-Comique adoptaron el estilo y las técnicas vocales italianas, dando lugar a un mayor virtuosismo, aunque “el repertorio en su conjunto se mantuvo como un baluarte contra la invasión italianizante de Rossini”[19].
Hippolyte opera comique
Desde la Edad Media, los espectáculos teatrales ligeros y populares formaban parte de las ferias parisinas de temporada, especialmente de la Foire Saint-Germain y la Foire Saint-Laurent. En ellas se representaban farsas, actos en la cuerda floja, acrobacias y marionetas, y también música, como vodeviles y canciones populares. El público era diverso, de todos los niveles de la sociedad, y las presentaciones se hacían en escenarios improvisados. Sin embargo, con la creación en 1672 de la Académie royale de Musique (conocida popularmente como la Ópera) del rey Luis XIV, bajo el mando de Jean-Baptiste Lully, el uso de la música por parte de las compañías de feria se redujo considerablemente[6][7].
La opéra comique francesa, al menos en el siglo XIX, no era necesariamente “cómica”, ni en el sentido clásico de terminar felizmente ni en el moderno de ser divertida; el término abarcaba una categoría de obras mucho más amplia. Entre los compositores más destacados de la historia de la Opéra-Comique se encuentran Auber, Halévy, Berlioz y Bizet. Tras la llegada de Rossini a París, las nuevas obras de la Opéra-Comique adoptaron el estilo y las técnicas vocales italianas, dando lugar a un mayor virtuosismo, aunque “el repertorio en su conjunto se mantuvo como un baluarte contra la invasión italianizante de Rossini”[19].
Definición de la ópera cómica
El Teatro Nacional de la Ópera Cómica es conocido como una de las compañías de ópera parisinas más antiguas. Dedicada al teatro y a la música, fue creada en 1714 y ha estado en funcionamiento desde entonces. Ha cambiado de manos varias veces en el pasado, pero siempre ha seguido siendo un lugar donde la historia y las tradiciones operísticas son lo primero. Recientemente se ha sometido a una importante remodelación y ha abierto sus puertas como el teatro en el que se mantiene el encanto parisino en medio de todos los cambios modernos. Considere la posibilidad de asistir a un espectáculo en el Teatro Nacional de la Ópera Cómica cuando esté en París.
Ópera nacional de parís
En 1872, cuando Georges Bizet recibió el encargo que daría lugar a la composición de Carmen, en París funcionaban dos teatros de ópera subvencionados: la Opéra y la Opéra-Comique. Cada teatro representaba obras procedentes de una tradición operística específica y se dirigía a un público concreto. La Opéra presentaba grandes óperas francesas y atraía a la clase alta; la Opéra-Comique atraía a miembros de la clase media y presentaba obras más ligeras, denominadas vagamente “opéras comiques”.
Fue en la Opéra-Comique donde se estrenó Carmen, de Bizet, y esta ópera debe considerarse que participa, aunque no siempre con comodidad, en los parámetros de la tradición de la opéra comique.
No fue hasta principios del siglo XIX cuando el término se utilizó sistemáticamente en su sentido moderno, es decir, para designar una ópera francesa con música recién compuesta y diálogo hablado. Cartel de la opereta de Offenbach “La Vie
Parisienne “No obstante, es importante señalar que la mayoría de los compositores franceses, obsesionados con la denominación exacta de sus obras, no consideraban que el término fuera ampliamente aplicable. Así pues, la opéra comique no debe considerarse un género distinto, sino un procedimiento que implica la yuxtaposición de secciones líricas y habladas.