Museo de arte contemporáneo helga de alvear
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Isaac julien: western union – barcos pequeños / helga de alvear
Descripción del texto proporcionada por los arquitectos. Una estrategia, no un camino.El proyecto trata de escuchar el lugar e imaginar una ciudad potencial que, sin descartar nuestra época, sea capaz de preservar la forma en que la ciudad respira.
La propuesta recupera el carácter de zona de tránsito e intercambio que constituía la identidad del espacio extramuros y lo hace permeable. Desde la calle Pizarro, bajo la fachada preexistente y a través del jardín trasero, se despliega un recorrido público, siendo un eslabón más en la cadena de plazas y callejones por los que se navega en el casco antiguo de Cáceres. También funciona como una forma natural de preservar la pendiente que conduce a la parte nueva de la ciudad.
De la misma manera que el arte, antaño privilegio de una élite, se hace accesible, el edificio también intenta en un trampantojo urbano, si no eliminar, retorcer y diluir el único límite que casi siempre queda, lo que es de unos pocos y lo que es de todos, articulando una arteria pública en el vacío que atraviesa la esfera privada sin tocarla.
Art basel en basilea 2010
La coleccionista y marchante de arte alemana Helga de Alvear, que también es una de las fundadoras de la feria ARCOMadrid, ha reunido durante cuatro décadas una formidable colección de 3.000 obras de arte contemporáneo. Ha donado la colección en su totalidad a la región española de Extremadura y también donará un museo que se acaba de construir en la ciudad de Cáceres para albergarla.
En el museo ampliado y restaurado se expondrán obras de artistas como Joseph Beuys, Dan Flavin, Joseph Albers, Paul Klee, Nan Goldin y Jenny Holzer, entre otros. En total, la colección contiene obras de 500 artistas. Una parte de la colección, unas 200 obras, se presentará cuando el museo vuelva a abrir sus puertas esta primavera. El acceso al museo seguirá siendo gratuito para el público.
“Me interesa el arte contemporáneo porque nos habla de nuestro tiempo y de nosotros mismos, porque crea y desarrolla un lenguaje que puede explicar, de una manera nueva, el mundo en el que vivimos y del que a menudo sólo rozamos la superficie”, dijo de Alvear en un comunicado.
Tuñón arquitectos amplió el museo de contemporáneo
“Me interesa el arte contemporáneo porque nos habla de nuestro tiempo y de nosotros mismos, porque crea y desarrolla lenguajes que pueden explicar, de una manera nueva, el mundo en el que nos toca vivir y del que muchas veces sólo rozamos la superficie”.
En 1967, Helga de Alvear compró su primera obra de arte. Sin sospechar las dimensiones que este acto llegaría a adquirir, inició así una actividad que ha mantenido hasta la actualidad, y que ha ganado en pasión, profesionalidad y tenacidad, tres cualidades que le han permitido amasar la colección privada de arte contemporáneo internacional más importante de España y una de las más importantes de Europa.
Sin pretender rehacer la historia del arte reciente ni los movimientos que lo vertebran, Helga de Alvear ha ido adquiriendo obras que, independientemente del artista que las haya creado, le interesan por los avances artísticos que representan, por la medida en que coinciden con sus intereses o por su capacidad para constituir una reflexión conceptual o metafórica sobre el mundo en que vivimos.
Museo de arte contemporáneo helga de alvear online
“Además, hay tres galerías con una altura de nueve metros para las piezas grandes. Los espacios son muy neutros para no restar importancia a las obras de arte”, añadió el arquitecto. “Todas las galerías se pueden oscurecer para el videoarte y otros formatos que lo requieran”.
“Una es de 1913 y la otra de 2020. Son complementarias en cuanto a volumen y diferentes en cuanto a construcción e imagen. Pero los dos juntos constituyen la nueva imagen de Cáceres”.
Un paseo público conecta la entrada principal de la ampliación con la Fundación, recorriendo su cubierta inclinada y el jardín del patio trasero hasta el otro lado de la parcela. El objetivo era crear otro paseo para la ciudad.
“Al igual que el arte, que en el pasado era un privilegio y estaba restringido a unos pocos, ahora se ha hecho accesible a todos, la propuesta encarna la idea de crear un “trampantojo” urbano”, dijo el estudio.
Los espacios administrativos del Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, la sala de exposiciones temporales, la biblioteca y los talleres se encuentran ahora en la Casa Grande, con una entrada propia a la que se accede desde el patio interior.