Cuadros de mando integral
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beneficios del cuadro de mando integral
Un cuadro de mando integral (CMI) se define como un sistema de gestión que proporciona información sobre los procesos empresariales internos y los resultados externos para mejorar continuamente el rendimiento y los resultados estratégicos. Al reunir las medidas en torno a los procesos internos y los resultados externos, un cuadro de mando integral apoya la mejora continua a nivel de rendimiento y resultados estratégicos.
Para cada una de estas perspectivas, el cuadro de mando integral le pide que desarrolle métricas, establezca objetivos de rendimiento y recopile y analice datos. Su cuadro de mando ofrece así un mecanismo eficaz para revisar la aplicación de la estrategia basándose en la medición.
En su libro The Balanced Scorecard: Translating Strategy Into Action, Kaplan y Norton describen el cuadro de mando integral como un paso necesario para dejar de depender excesivamente de las medidas financieras. Según Kaplan y Norton, como las medidas financieras informan sobre el pasado, ofrecen “una historia adecuada para las empresas de la era industrial”, pero no para las de la “era de la información”. En la era de la información, las organizaciones deben “crear valor futuro mediante la inversión en clientes, proveedores, empleados, procesos, tecnología e innovación”.
enfoque del cuadro de mando integral
Bernard MarrBernard Marr es un futurista de renombre mundial, influenciador y líder de pensamiento en los campos de los negocios y la tecnología, con una pasión por el uso de la tecnología para el bien de la humanidad. Es un autor de 20 libros de gran éxito, escribe una columna periódica para Forbes y asesora y entrena a muchas de las organizaciones más conocidas del mundo. Tiene más de 2 millones de seguidores en las redes sociales, 1 millón de suscriptores al boletín de noticias y ha sido clasificado por LinkedIn como uno de los 5 principales influenciadores empresariales del mundo y el número 1 en el Reino Unido.
plantilla de cuadro de mando integral
Uno de los rasgos característicos del cuadro de mando integral es que contempla el rendimiento de la organización desde varias perspectivas. Las perspectivas son las dimensiones del rendimiento, o las lentes, que sitúan la estrategia en su contexto. Se necesitan varias perspectivas -generalmente cuatro- para entender una organización como un sistema formado por elementos que funcionan juntos, como los engranajes de un reloj o un reloj de pulsera. Juntos, estos elementos crean valor y conducen a la satisfacción de los clientes y las partes interesadas y a un buen rendimiento financiero.
Los doctores Robert Kaplan y David Norton descubrieron en su trabajo inicial conjunto que demasiadas organizaciones medían su éxito sólo desde el punto de vista financiero y que era necesario un conjunto de dimensiones más amplio y estratégico. El éxito de pocas estrategias puede medirse desde un solo punto de vista. Las cuatro perspectivas básicas permiten a la organización utilizar un mapa estratégico para articular con los empleados la forma en que la organización crea valor.
Las cuatro perspectivas de un cuadro de mando tradicional son la financiera, la del cliente, la del proceso interno y la del aprendizaje y el crecimiento. En los Nueve Pasos para el Éxito™, la perspectiva original de “aprendizaje y crecimiento” del cuadro de mando integral se ha cambiado por la de “capacidad organizativa”, para reflejar la creación de capacidad interna necesaria para mejorar los procesos internos. Los cuatro componentes incluidos en la perspectiva de la capacidad organizativa son el capital humano, las herramientas y la tecnología, la infraestructura y la gobernanza. El aprendizaje y el crecimiento tienen lugar en toda la organización y durante la ejecución de la estrategia, no sólo en una perspectiva. La imagen siguiente muestra la historia de la creación de valor a través de las perspectivas para las organizaciones del sector empresarial/comercial.
balance score card pdf
El cuadro de mando integral, conocido como BSC, es un marco para aplicar y gestionar la estrategia. Vincula una visión con objetivos estratégicos, medidas, metas e iniciativas. Equilibra las medidas financieras con las medidas de rendimiento y los objetivos relacionados con todas las demás partes de la organización. Es una herramienta de gestión del rendimiento empresarial.
Fue publicado originalmente por el Dr. Robert Kaplan y el Dr. David Norton como documento en 1992. Y luego formalmente como libro en 1996. Tanto la ponencia como el libro han propiciado su gran éxito. Es interesante observar que, aunque Kaplan y Norton publicaron el primer documento, fueron referenciados de forma anómala en una obra de Art Schneiderman, que se considera el creador del cuadro de mando integral.
Es cierto. La principal diferencia que Kaplan y Norton introdujeron en esta metodología es el “equilibrio” entre todas las funciones de la organización. El problema entonces, y todavía hoy, es que la mayoría de las empresas se centran en las medidas financieras. Por ejemplo, el crecimiento de los ingresos y la rentabilidad. Al observar una organización a través de cuatro “Perspectivas” se puede definir, medir y gestionar una relación causal entre la inversión y el resultado financiero.