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Como iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Mundial de la Justicia Social está diseñado para arrojar luz sobre las desigualdades sociales y económicas en todo el mundo. Este importante día, que se celebra cada año el 20 de febrero, contribuye a poner de relieve las diferencias significativas en el trabajo, la remuneración y el estilo de vida de los ciudadanos del mundo en función de factores diferenciales clave. Cuando se reconocen y eliminan las barreras relacionadas con la pobreza basada en la cultura, la discriminación racial y la discapacidad, la justicia social tiene la oportunidad de avanzar y crear un impacto positivo para todos.
El 26 de noviembre de 2007, la Asamblea General de la ONU declaró el 20 de febrero como Día Mundial de la Justicia Social. El 10 de junio de 2008, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó la Declaración sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa. A pesar de los beneficios evidentes de una mayor colaboración internacional, esta declaración y todo lo que ha surgido de ella reconocen la importancia de una fuerte dimensión social de la globalización para lograr resultados justos y mejores para todos los ciudadanos.
Para las Naciones Unidas, la búsqueda de la justicia social para todos está en el centro de nuestra misión global de promover el desarrollo y la dignidad humana. La adopción por parte de la Organización Internacional del Trabajo de la Declaración sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa es sólo un ejemplo reciente del compromiso del sistema de la ONU con la justicia social. La Declaración se centra en garantizar resultados justos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
La mayor parte de la migración actual está vinculada directa o indirectamente a la búsqueda de oportunidades de trabajo decente. Aunque el empleo no sea el motor principal, suele aparecer en el proceso migratorio en algún momento.
El Día Mundial de la Justicia Social de las Naciones Unidas (ONU) se celebra anualmente el 20 de febrero para animar a las personas a analizar cómo la justicia social afecta a la erradicación de la pobreza. También se centra en el objetivo de lograr el pleno empleo y el apoyo a la integración social.
Muchas organizaciones, como la ONU y la Oficina Internacional del Trabajo, hacen declaraciones sobre la importancia de la justicia social para las personas. Muchas organizaciones también presentan planes para lograr una mayor justicia social abordando la pobreza, la exclusión social y económica y el desempleo. Se invita a los sindicatos y grupos de campaña a convocar a sus miembros y simpatizantes para celebrar el día. La Confederación General de Sindicatos de Rusia ha declarado que el lema común será “¡Justicia social y vida digna para todos!”.
Los colegios, institutos y universidades pueden preparar actividades especiales para ese día o planificar una semana de actos en torno a un tema relacionado con la pobreza, la exclusión social y económica o el desempleo. Diferentes medios de comunicación, como emisoras de radio y televisión, periódicos y sitios de Internet, pueden prestar atención a los temas relacionados con el Día Mundial de la Justicia Social.
Como iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Mundial de la Justicia Social está diseñado para arrojar luz sobre las desigualdades sociales y económicas en todo el mundo. Este importante día, que se celebra cada año el 20 de febrero, contribuye a poner de relieve las diferencias significativas en el trabajo, la remuneración y el estilo de vida de los ciudadanos del mundo en función de factores diferenciales clave. Cuando se reconocen y eliminan las barreras relacionadas con la pobreza basada en la cultura, la discriminación racial y la discapacidad, la justicia social tiene la oportunidad de avanzar y crear un impacto positivo para todos.
El 26 de noviembre de 2007, la Asamblea General de la ONU declaró el 20 de febrero como Día Mundial de la Justicia Social. El 10 de junio de 2008, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó la Declaración sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa. A pesar de los beneficios evidentes de una mayor colaboración internacional, esta declaración y todo lo que ha surgido de ella reconocen la importancia de una fuerte dimensión social de la globalización para lograr resultados justos y mejores para todos los ciudadanos.
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