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El concepto de responsabilidad social de las empresas, según el cual éstas deben autorregularse y beneficiar a sus comunidades, se remonta a antes del siglo XIX. En Estados Unidos, por aquel entonces, los estados tenían el derecho de invalidar la licencia de funcionamiento de una empresa si ésta actuaba de forma irresponsable.
No es ningún secreto que algunas de las empresas más grandes y exitosas del mundo están incorporando la buena ciudadanía corporativa a su cultura. Pero, ¿cómo lo hacen? ¿Cómo se benefician? ¿Y cómo puede usted seguir su ejemplo? Basta con ver estos tres grandes ejemplos de responsabilidad social corporativa.
El gigante de la impresión ofrece muchos programas de apoyo a la responsabilidad social corporativa. Su Programa de Participación en la Comunidad la fomenta implicando directamente a los empleados. Desde 1974, más de medio millón de empleados de Xerox han participado en el programa. Solo en 2013, Xerox destinó más de 1,3 millones de dólares para facilitar que 13.000 empleados participaran en causas centradas en la comunidad. El retorno para Xerox no solo se produce en el reconocimiento de la comunidad, sino también en el compromiso que sienten los empleados cuando las causas que les interesan son apoyadas por sus empleadores.
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Sin embargo, en las últimas décadas, más líderes empresariales han reconocido que tienen la responsabilidad de hacer algo más que simplemente maximizar los beneficios para los accionistas y los ejecutivos. Más bien, tienen la responsabilidad social de hacer lo mejor no sólo para sus empresas, sino para las personas, el planeta y la sociedad en general.
Esta toma de conciencia ha llevado a la aparición de empresas que se identifican como socialmente responsables. Algunas incluso llevan denominaciones o sellos, como las corporaciones B (B Corps), las corporaciones de propósito social (SPC) y las sociedades de responsabilidad limitada de bajo beneficio (L3C).
Las empresas que adoptan la responsabilidad social corporativa suelen estar organizadas de manera que les permite ser y actuar de manera socialmente responsable. Es una forma de autorregulación que puede expresarse en iniciativas o estrategias, dependiendo de los objetivos de una organización.
Lo que significa exactamente “socialmente responsable” varía de una organización a otra. Las empresas suelen guiarse por un concepto conocido como el triple resultado, que dicta que una empresa debe comprometerse a medir su impacto social y medioambiental, además de sus beneficios. El adagio “beneficio, personas, planeta” se utiliza a menudo para resumir la fuerza impulsora de la triple cuenta de resultados.
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La responsabilidad social de las empresas es cada vez más importante hoy en día y puede adoptar diversas formas, como el trabajo gratuito, las donaciones de productos, las contribuciones financieras, los días de servicio a la comunidad de los empleados, las prácticas ecológicas y muchas más formas creativas con las que las empresas, pequeñas y grandes, pueden devolver algo a sus comunidades.
Aunque es indiscutible que la mayoría de los esfuerzos de responsabilidad corporativa benefician a la sociedad, es útil que los líderes de las empresas y los expertos en negocios evalúen cómo estas iniciativas también tienen un impacto positivo en las empresas que las llevan a cabo. A continuación se exponen cinco formas principales en las que la responsabilidad de las acciones empresariales contribuye a la triple cuenta de resultados.
Uno de los efectos más poderosos de las empresas sostenibles y responsables es su capacidad para generar rápidamente publicidad positiva para una organización. Además de la cobertura de la prensa y de los medios sociales, muchos de los principales premios empresariales valoran la ciudadanía corporativa a la hora de elegir las empresas a las que reconocer.
Por otro lado, las organizaciones que no asumen la responsabilidad de las acciones corporativas pueden dañar gravemente su reputación. Consideremos el premio anual Public Eye, que nombra a las empresas que demuestran una ética deficiente, causan daños medioambientales y cometen violaciones de los derechos humanos.
No todas las empresas abordan la RSE de la misma manera. Su enfoque depende de sus recursos, activos disponibles y cultura corporativa. Además, algunas empresas perciben más beneficios de un tipo de RSE que de otro. Las creencias personales y las prioridades de la alta dirección/propietarios también pueden influir en el enfoque de la responsabilidad social de la empresa. A continuación se presentan algunos enfoques diferentes de la RSE.
La filantropía corporativa se refiere a las donaciones de una empresa a organizaciones benéficas. Se da a entender que las donaciones de la empresa no tienen condiciones, lo que probablemente es bastante raro. Como mínimo, la mayoría de las empresas esperan que sus donaciones se atribuyan públicamente a la empresa, generando así relaciones públicas positivas. Cuando las empresas hacen grandes donaciones en metálico a universidades o museos, suelen ser recompensadas con una placa o con un edificio o biblioteca con el nombre del donante. Tales atribuciones realzan la imagen pública de la empresa, y en tales casos no se trata de verdadera filantropía empresarial, estrictamente hablando, sino de algo más parecido a la mercadotecnia o las relaciones públicas.