Escultura de la sirenita
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estatua de la sirenita en solvang
Hans Christian Andersen es un nombre conocido en todo el mundo y uno de los autores daneses más queridos. Su historia, Den Lille Havfrue, (La Sirenita) es posiblemente la obra más conocida de cualquier autor danés fuera de Dinamarca.
Gran parte del reconocimiento se debe a la estatua que lleva el mismo nombre. La escultura de la Sirenita, que descansa en la orilla de Langelinie, en el extremo noreste del puerto de Copenhague, lleva velando desde 1913 y es, con diferencia, el lugar más visitado de Dinamarca.
Carl Jacobsen, fundador de la cerveza Carlsberg, encargó la estatua después de asistir al Ballet Real de Copenhague en 1909. Allí vio cómo la bailarina Ellen Price bailaba el papel de La Sirenita. Jacobsen quedó tan encantado con la historia y el baile que volvió a ver el ballet varias veces.
Cuando Carl Jacobsen le encargó la creación de la estatua, Edvard Eriksen tuvo que asistir al ballet de La Sirenita, y lo hizo varias veces. Al hacerlo, también se convenció de que la bailarina Ellen Price debía ser la modelo de la estatua.
la sirenita modificada genéticamente
La estatua de la sirena más famosa de todas, con varias copias en todo el mundo, es la estatua de La Sirenita del cuento de Hans Christian Andersen, sentada en una roca en Langelinie, en el puerto de Copenhague (Dinamarca). La estatua cumplió 100 años el 23 de agosto de 2013, con celebraciones en Copenhague y en todo el mundo. mapa
Carl Jacobsen, de la cervecera Carlsberg, encargó a Eriksen la creación de la estatua en enero de 1909. Carl estaba fascinado por un ballet en el Teatro Real de Copenhague basado en el cuento de hadas sobre la sirena, y pidió a la estrella del ballet, Ellen Price de Plane, que modelara para la estatua. Price se negó a modelar desnuda para la escultura, y Eriksen recurrió a su esposa Eline Eriksen (que modeló para otras obras suyas) para que modelara la estatua de la sirena. Una historia popular dice que Price modeló el rostro y Eline Eriksen el cuerpo, pero en realidad Eline Eriksen fue la modelo de toda la escultura. Esto se ve fácilmente al comparar el rostro de la estatua con las fotos de Eline Eriksen, y los rostros de las otras estatuas de Eriksen.
la sirenita 1975
La Sirenita es la atracción más pequeña de Copenhague. Sólo mide un metro y medio de altura y se encuentra en la orilla del puerto de cruceros “Langelinie”, en el antiguo barrio portuario de Nyhavn, que está a un paso del muelle principal y de otros puntos turísticos de Copenhague.
Es la historia de una sirenita de 15 años que salva la vida de un príncipe náufrago y emprende una peligrosa búsqueda para conseguir su amor. El precio que paga es caro: para convertirse en humana debe renunciar a su hermosa voz y a su cola de sirena, y si el príncipe se casa con otra, ella se convertirá en espuma sobre las olas y desaparecerá para siempre. La versión de Disney tiene un final feliz, por supuesto, pero la historia real termina trágicamente cuando la sirenita ya no consigue a su príncipe y se transforma en fría espuma de mar. Reconocerá una mirada triste y melancólica en el rostro de la estatua…
Fue en 1909 cuando el fundador de la cerveza Carlsberg, Carl Jacobsen, asistió al ballet de Hans Beck y Fini Henrique “La Sirenita”, basado en el cuento de Hans Christian Andersen. Quedó tan impresionado que pidió a Edvard Eriksen, un escultor danés, que creara una escultura de la Sirenita.
la historia real de la sirena
Pero los herederos de Edvard Eriksen, el artista danés-islandés que creó la versión de Copenhague en 1913, enviaron este mes una carta amenazante al alcalde local exigiendo que la obra fuera retirada y destruida.
“Debo admitir que no pude evitar reírme un poco cuando recibí la petición. Una vaca es una vaca, y una sirena es una sirena”, dijo Mikael Klitgaard, alcalde del municipio de Bronderslev, a la cadena danesa TV2. “No se puede patentar toda una especie y, por cierto, no creo que las dos sirenas sean similares. La nuestra es más rellenita y tiene una cara completamente diferente”.
Los periódicos daneses Politiken y Berlingske han sido multados por utilizar una imagen de la escultura de la Sirenita sin permiso, y en 2009 los herederos exigieron el pago de una licencia a la ciudad de Greenville, en Michigan, que había erigido una estatua de sirena para celebrar su herencia danesa.Sin embargo, hasta ahora la polémica sólo ha beneficiado a la ciudad portuaria, según Thomas Nymann, presidente del consejo local: “Cuanta más vida podamos conseguir en el puerto, mejor. No sé si utilizaría la palabra ‘boom’, pero el otro día hubo un autobús turístico de Korsor que quería ver la sirena”, declaró a la emisora estatal DR.
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