Escultura egipcia imperio medio
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Arte del nuevo reino egipcio
El arte es un aspecto esencial de cualquier civilización. Una vez que se han satisfecho las necesidades humanas básicas, como la alimentación, la vivienda, alguna forma de ley comunitaria y una creencia religiosa, las culturas comienzan a producir obras de arte, y a menudo todos estos desarrollos se producen más o menos simultáneamente. Este proceso se inició en el periodo predinástico de Egipto (c. 6000 – c. 3150 a.C.) a través de imágenes de animales, seres humanos y figuras sobrenaturales inscritas en paredes de roca. Estas primeras imágenes eran toscas en comparación con los desarrollos posteriores, pero expresan un importante valor de la conciencia cultural egipcia: el equilibrio.
La sociedad egipcia se basaba en el concepto de armonía conocido como ma’at, que había surgido en los albores de la creación y sostenía el universo. Todo el arte egipcio se basa en el equilibrio perfecto porque refleja el mundo ideal de los dioses. Del mismo modo que estos dioses proporcionaban todos los dones buenos a la humanidad, las obras de arte se imaginaban y creaban para proporcionar una utilidad. El arte egipcio siempre fue, ante todo, funcional. Por muy bella que fuera una estatua, su finalidad era servir de hogar para un espíritu o un dios. Un amuleto se diseñaba para ser atractivo, pero la belleza estética no era el motor de su creación, sino la protección. Las pinturas de las tumbas, los retablos de los templos, los jardines de las casas y de los palacios se creaban para que su forma cumpliera una función importante y, en muchos casos, esta función era un recordatorio de la naturaleza eterna de la vida y del valor de la estabilidad personal y comunitaria.
Escultura del reino medio
El Reino Medio (c. 2000-1650 a.C.) estuvo marcado por la reunificación de Egipto tras un periodo de debilidad del poder faraónico y de guerra civil llamado Primer Intermedio. Mentuhotep II restauró la estabilidad en 2041 a.C. tras lanzar un ataque que encontró poca resistencia. Tras derrocar a los últimos gobernantes de la Décima Dinastía, Mentuhotep II comenzó a consolidar su poder sobre todo Egipto, completando el proceso hacia el año 2000 a.C. Sus súbditos le consideraban divino o semidivino, como sugiere un relieve que representa al faraón recibiendo ofrendas.
Durante el Reino Medio, la escultura en relieve y en retrato captó detalles sutiles e individuales que alcanzaron nuevas cotas de perfección técnica. Algunos de los mejores ejemplos de escultura de esta época se dieron en el apogeo del imperio bajo el faraón Senusret III.
Senusret III (también escrito como Senwosret III o Sesostris III) gobernó entre 1878 y 1839 a.C. y fue el quinto monarca de la duodécima dinastía del Reino Medio. Sus campañas militares dieron lugar a una era de paz y prosperidad económica que no sólo redujo el poder de los gobernantes regionales, sino que también dio lugar a un resurgimiento de la artesanía, el comercio y el desarrollo urbano en el reino egipcio. Es uno de los pocos reyes que fueron deificados y honrados con un culto durante su propia vida, y se le considera quizá el gobernante egipcio más poderoso de la dinastía.
Arquitectura del reino medio de egipto
El Reino Medio (c. 2000-1650 a.C.) se caracterizó por la reunificación de Egipto tras un periodo de debilidad del poder faraónico y de guerra civil llamado Primer Intermedio. Mentuhotep II restauró la estabilidad en 2041 a.C. tras lanzar un ataque que encontró poca resistencia. Tras derrocar a los últimos gobernantes de la Décima Dinastía, Mentuhotep II comenzó a consolidar su poder sobre todo Egipto, completando el proceso hacia el año 2000 a.C. Sus súbditos le consideraban divino o semidivino, como sugiere un relieve que representa al faraón recibiendo ofrendas.
Durante el Reino Medio, la escultura en relieve y en retrato captó detalles sutiles e individuales que alcanzaron nuevas cotas de perfección técnica. Algunos de los mejores ejemplos de escultura de esta época se dieron en el apogeo del imperio bajo el faraón Senusret III.
Senusret III (también escrito como Senwosret III o Sesostris III) gobernó entre 1878 y 1839 a.C. y fue el quinto monarca de la duodécima dinastía del Reino Medio. Sus campañas militares dieron lugar a una era de paz y prosperidad económica que no sólo redujo el poder de los gobernantes regionales, sino que también dio lugar a un resurgimiento de la artesanía, el comercio y el desarrollo urbano en el reino egipcio. Es uno de los pocos reyes que fueron deificados y honrados con un culto durante su propia vida, y se le considera quizá el gobernante egipcio más poderoso de la dinastía.
Características del arte egipcio del reino medio
Viaja 4.500 años atrás a la meseta de Guiza, en el antiguo Egipto, donde un grupo de artistas y sus mecenas idearon una nueva forma de representar el cuerpo humano en la escultura. De presencia imponente y estética sublime, sus obras representan la cumbre de la innovación artística. Durante milenios, los egipcios consideraron la escultura de este periodo como un punto de referencia a seguir.
La galería adyacente, “Rostros del Antiguo Egipto”, ilustra la amplitud de enfoques que adoptaron los escultores para crear una semejanza distintiva a lo largo de 2.000 años de desarrollo artístico egipcio. De la duodécima dinastía y del periodo tardío, respectivamente, las cabezas verdes de Josephson y Boston son sensibles retratos de un noble y un sacerdote con rasgos sorprendentemente realistas. Por su parte, un retrato del faraón Amenhotep III de la dinastía XVIII sonríe ampliamente sin una sola arruga en las mejillas, lo que lo convierte más en una elegante máscara que en una representación realista.