Esculturas de bellas artes
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Artistas locales de la escultura
LOS MEJORES ARTISTAS VISUALES DEL MUNDO Para conocer los mejores creadores, consulte: Los mejores artistas de todos los tiempos. Para conocer a los mejores pintores europeos, véase: Maestros Antiguos. EL MEJOR ARTE DEL MUNDO Para ver una lista de los mejores ejemplos de óleos, acuarelas y técnicas mixtas desde 1300 hasta la actualidad, consulte: Los mejores cuadros de la historia. Para ver las mejores obras de arte en 3D, consulte: Las mejores esculturas de la historia.
Bellas Artes: Definición y significado El término “bellas artes” se refiere a una forma de arte practicada principalmente por su valor estético y su belleza (“el arte por el arte”) más que por su valor funcional. Las bellas artes se basan en el dibujo y las obras basadas en el diseño, como la pintura, el grabado y la escultura. A menudo se contraponen a las “artes aplicadas” y a la “artesanía”, ambas consideradas tradicionalmente como actividades utilitarias. Otras actividades no basadas en el diseño que se consideran bellas artes son la fotografía y la arquitectura, aunque esta última se entiende mejor como un arte aplicado. Problemas de definición El ámbito de las bellas artes se amplía constantemente para abarcar nuevas actividades que surgen a causa de las nuevas tecnologías o de la invención artística. El primer ejemplo es la pintura acrílica, así como la serigrafía y las impresiones giclée; el segundo, la invención de obras de arte de medios mixtos que emplean el collage, el decollage, el fotomontaje o el “arte encontrado”. Debido a este proceso de ampliación gradual, es casi imposible definir o fijar un significado para las bellas artes. (Véase también: Tipos de arte).
Castillo de bellas artes
Algunas obras, como las que proceden en su mayoría del campo del diseño, están ahí para que las usemos y las “apliquemos”, mientras que otras, como un cuadro de Rembrandt, están ahí para ser experimentadas, admiradas, amadas. En esencia, ésta sería la principal diferencia entre las bellas artes y las artes aplicadas, dos categorías quizás más importantes de las artes en general.
Por su definición, las bellas artes se practican y celebran principalmente por su valor estético y no tienen un lado práctico. Sin embargo, todavía hay casos en los que la obra de alguien camina por esa delgada línea entre lo bello y lo útil, lo que hace que la respuesta a la pregunta “¿Qué son las bellas artes?” sea un poco más interesante de responder.
Para entender el significado de las bellas artes en la actualidad y en qué se diferencian del resto de las artes, debemos ahondar en su pasado y en su devenir. Según algunos historiadores, los inicios de esta categoría se remontan al siglo XVIII y a los primeros años de la modernidad en el arte occidental, o quizás incluso antes, al arte del Renacimiento en Italia, y posteriormente en el resto de Europa. Curiosamente, el origen de la palabra “arte” puede relacionarse con la palabra griega “techne” o “habilidad”, en alusión al hecho de que las obras de arte eran realizadas por personas capacitadas y solían ser compradas por los ricos, lo que significa que, si bien funcionaban como atribuciones y confirmaciones de su estatus, también estaban ahí para rendir homenaje a la belleza.
Esculturas de bellas artes
En las tradiciones académicas europeas, las bellas artes se desarrollan principalmente por la estética o la belleza, lo que las distingue de las artes decorativas o las artes aplicadas, que también tienen que cumplir alguna función práctica, como la cerámica o la mayoría de los trabajos en metal. En las teorías estéticas desarrolladas en el Renacimiento italiano, el arte más elevado era el que permitía la plena expresión y el despliegue de la imaginación del artista, sin restricciones por ninguna de las consideraciones prácticas implicadas en, por ejemplo, la fabricación y decoración de una tetera. También se consideraba importante que la realización de la obra de arte no implicara la división del trabajo entre diferentes personas con habilidades especializadas, como podría ser necesario en el caso de un mueble, por ejemplo[1] Incluso dentro de las bellas artes, existía una jerarquía de géneros basada en la cantidad de imaginación creativa requerida, situándose la pintura de historia por encima de la naturaleza muerta.
Una de las definiciones de las bellas artes es “un arte visual que se considera creado principalmente con fines estéticos e intelectuales y que se juzga por su belleza y significado, en concreto, la pintura, la escultura, el dibujo, la acuarela, la gráfica y la arquitectura”[3] En ese sentido, existen diferencias conceptuales entre las bellas artes y las artes decorativas o las artes aplicadas (estos dos términos abarcan en gran medida los mismos medios). En lo que respecta al consumidor del arte, la percepción de las cualidades estéticas requería un juicio refinado al que se suele denominar tener buen gusto, lo que diferenciaba las bellas artes del arte popular y del entretenimiento[4].
Esculturas famosas
La escultura no es un término fijo que se aplique a una categoría permanentemente circunscrita de objetos o conjuntos de actividades. Es, más bien, el nombre de un arte que crece y cambia y que amplía continuamente el alcance de sus actividades y hace evolucionar nuevos tipos de objetos. El alcance del término era mucho más amplio en la segunda mitad del siglo XX de lo que había sido sólo dos o tres décadas antes, y en el fluido estado de las artes visuales en el siglo XXI nadie puede predecir cuáles serán sus futuras extensiones.
Algunas características que en siglos anteriores se consideraban esenciales para el arte de la escultura no están presentes en gran parte de la escultura moderna y ya no pueden formar parte de su definición. Una de las más importantes es la representación. Antes del siglo XX, la escultura se consideraba un arte de representación, que imitaba formas de la vida, casi siempre figuras humanas, pero también objetos inanimados, como juegos, utensilios y libros. Sin embargo, desde principios del siglo XX, la escultura incluye también formas no representativas. Durante mucho tiempo se ha aceptado que las formas de objetos tridimensionales funcionales como muebles, vasijas y edificios pueden ser expresivas y bellas sin ser en absoluto representativas; pero sólo en el siglo XX se empezaron a producir obras de arte tridimensionales no funcionales y no representativas.