Exposicion museo maritimo barcelona
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Expo museo maritimo barcelona
El Museo Marítimo es sin duda uno de los lugares más interesantes de Barcelona. En consonancia con el tema, el museo se encuentra en los antiguos astilleros de Drassane. El museo está situado en el extremo sur del casco antiguo y al final de la Rambla, y cuenta con una amplia colección de barcos y botes y una gran exposición sobre la construcción de veleros medievales.
En las Drasannes se construyeron barcos de guerra y mercantes desde el siglo XIII hasta el XVIII. La construcción de los astilleros supuso la supremacía naval de Barcelona en la expansión mediterránea. Podía albergar hasta 30 galeras simultáneamente en las bóvedas construidas. A partir de 1792, las Drassanes se utilizaron como cuartel. Desde 1929, la exposición permanente del Museo Marítimo muestra la historia marítima de Cataluña, el museo se trasladó al edificio gótico en 1936. En varias etapas se restauraron los edificios, por lo que ahora cuenta con una superficie de exposición de más de 10.000 metros cuadrados.
Los barcos expuestos son sin duda lo más destacado del Museo Marítimo. Destaca especialmente la fiel reproducción de una galera del siglo XVI. La galera real Almirante de Juan de Austria, de 60 metros de eslora, participó en la batalla de Lepanto del 7 de octubre de 1571, en la que fue derrotada la Armada turca. En la galera remaban 236 personas con 59 remos.
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Las impresionantes Atarazanas Reales albergan un museo sobre la cultura marítima de Barcelona. En el Museo Marítimo de Barcelona se pueden ver embarcaciones, armas, cartografía, cerámica, documentos, herramientas de construcción naval, exvotos, instrumentos de navegación, mascarones de proa, maquetas de barcos, pinturas y cartas de navegación, e incluso se puede subir a uno de los diez barcos históricos que el museo tiene amarrados en el puerto de Barcelona.
El Museo Marítimo de Barcelona (MMB) se encuentra en el magnífico edificio de las Reales Atarazanas de Barcelona, que desde su creación en el siglo XIII por el rey Pedro el Grande, conde de Barcelona, se fue ampliando hasta el siglo XVIII en función de las necesidades de construcción naval de la época. Es una obra maestra de la ingeniería civil y el mayor y más completo ejemplo que ha llegado hasta nuestros días. Allí se fabricó la galera real con la que Juan de Austria derrotó a los turcos en la batalla de Lepanto en 1571. Se expone una réplica a escala real de esta embarcación.
A lo largo de sus 700 años de historia, las Reales Atarazanas han sido utilizadas para diversos fines, principalmente militares, entre ellos un cuartel, una fundición, una armería y un depósito de artillería. En 1935, el ejército transfirió la propiedad del edificio a la ciudad y en 1941 se trasladó allí la colección de modelos e instrumentos de la Escuela de Náutica de Barcelona, dando inicio a la colección del museo.
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Uno de los aspectos de la historia de la navegación que más se silencia es la sexualidad de los hombres que pasaban días, meses e incluso años a bordo de los barcos, confinados en espacios muy reducidos donde la intimidad era casi inexistente.
Las relaciones que se establecían a bordo, en términos de obediencia, se regían por normas y jerarquías más estrictas que las de tierra. Sin embargo, en un lugar alejado y sin presencia de mujeres, donde convivían hombres de diferentes religiones, edades y estratos sociales, la sexualidad también se vivía de forma fácil y flexible. Los cuerpos de los tripulantes necesitaban y deseaban entrar en contacto con los demás.
El objetivo de esta exposición es hacer un recorrido por las relaciones eróticas, sexuales y afectivas que han tenido lugar en los barcos a lo largo de los siglos. Para el equipo del Museo Marítimo, también representa un paso más en su determinación de cambiar la narrativa de la institución, y hacerla más inclusiva en términos de género y diversidad sexual.
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La exposición presenta las obras de Maurits Cornelis Escher, uno de los artistas gráficos más famosos del mundo. M.C. Escher (17 de junio de 1898 – 27 de marzo de 1972) fue un artista holandés conocido por sus xilografías, grabados en mezzotinta y dibujos consistentes en figuras imposibles, teselaciones y mundos imaginarios.
La exposición explora el trabajo de M.C Escher en torno a la teselación y la transformación de las figuras, ilustrando cómo la metamorfosis se convirtió en un elemento único de su arte, combinando fantasía y geometría.
El punto de inflexión crucial en el desarrollo artístico de M.C. Escher fue su segundo viaje al sur de España en 1936. Allí visitó famosos monumentos arquitectónicos moriscos como la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. Aquí se vio influido por los diseños de los artesanos del siglo XIV, y quedó fascinado por la decoración geométrica en la que triángulos, estrellas o cuadrados se repiten como teselas para cubrir un plano, sin dejar huecos.
Metamorfosis M.C. Escher creó un mundo en el que hay remolinos de transformaciones basados en diferentes tipos de teselaciones y en el que las formas abstractas mutan en formas concretas. Un mundo en el que los pájaros pueden transformarse gradualmente en peces. A veces, las transformaciones conducen a elementos opuestos, pero complementarios, como el día y la noche o el bien y el mal.
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