Cuales son los colores frios
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Colores estándar
El concepto de colores cálidos y fríos se ha escrito durante cientos de años. La mayoría de las teorías parten de la clásica rueda de colores de seis puntos (tres colores primarios y tres secundarios). Una línea divisoria divide la rueda en cálidos y fríos. La ubicación de la línea varía según el razonamiento del teórico. En cualquier caso, la idea general es que los colores cálidos son el rojo, el naranja y el amarillo, y los colores fríos son el verde, el azul y el magenta (Figura 2).
Si comparamos el “amarillo” con el “azul”, es fácil ver que el amarillo es cálido y el azul es frío. Comparar el “rojo” con el “magenta” puede ser menos obvio, ya que están uno al lado del otro. Pero si identificas y comparas las “temperaturas de color”, un rojo azulado (magenta) es más frío que un rojo amarillento (Figura 3). La descripción de la inclinación de un color hacia otro primario o secundario también se denomina “sesgo”. Un rojo, como podemos ver, puede tener un sesgo amarillo o azul.
La temperatura del color también es importante a la hora de mezclar la pintura. Para que las mezclas sean limpias, hay que utilizar colores con cualidades cromáticas similares. Por ejemplo, al mezclar un rojo amarillento con un amarillo rojizo se obtienen naranjas secundarios brillantes (Figura 4). Al describir un color a alguien, a menudo nos referimos al “sesgo” del color. Un rojo puede tener un sesgo amarillo o puede tener un sesgo azul.
Colores fríos para la piel
El concepto de colores cálidos y fríos se ha escrito durante cientos de años. La mayoría de las teorías parten de la clásica rueda de colores de seis puntos (tres colores primarios y tres secundarios). Una línea divisoria divide la rueda en cálidos y fríos. La ubicación de la línea varía según el razonamiento del teórico. En cualquier caso, la idea general es que los colores cálidos son el rojo, el naranja y el amarillo, y los colores fríos son el verde, el azul y el magenta (Figura 2).
Si comparamos el “amarillo” con el “azul”, es fácil ver que el amarillo es cálido y el azul es frío. Comparar el “rojo” con el “magenta” puede ser menos obvio, ya que están uno al lado del otro. Pero si identificas y comparas las “temperaturas de color”, un rojo azulado (magenta) es más frío que un rojo amarillento (Figura 3). La descripción de la inclinación de un color hacia otro primario o secundario también se denomina “sesgo”. Un rojo, como podemos ver, puede tener un sesgo amarillo o azul.
La temperatura del color también es importante a la hora de mezclar la pintura. Para que las mezclas sean limpias, hay que utilizar colores con cualidades cromáticas similares. Por ejemplo, al mezclar un rojo amarillento con un amarillo rojizo se obtienen naranjas secundarios brillantes (Figura 4). Al describir un color a alguien, a menudo nos referimos al “sesgo” del color. Un rojo puede tener un sesgo amarillo o puede tener un sesgo azul.
Cuáles son los colores fríos en el arte
A menudo se habla de la pintura como la forma más fácil de transformar una habitación, pero eso sólo es cierto después de elegir un color. Después de todo, se puede aplicar un caleidoscopio, por lo que a veces elegir uno para las paredes puede parecer el obstáculo más difícil de una transformación. Pero hay un truco que los bricoladores y diseñadores utilizan para decidir el tono adecuado más rápidamente. Simplemente averiguan si necesitan un color “cálido” o “frío”.
“Los colores cálidos pueden hacer que una habitación resulte emocionante y atrevida porque tienen una energía divertida natural”, dice la diseñadora y autora de best-sellers Emily Henderson. “Los colores fríos son más calmados, ya que son los colores que encontrarías en la naturaleza”.
Prestar atención a la calidez o la frialdad de un color puede establecer el estado de ánimo de una habitación y hacer que el resto de los detalles se combinen mejor. Si quieres crear una paleta que señale una determinada emoción -ya sea “acogedora”, “feliz” o “caprichosa”-, este proceso de reflexión te resultará muy útil. Junto a Henderson, Julia Marcum, de Chris Loves Julia, comparte sus ideas sobre cómo elegir el mejor tono para cualquier habitación, para que el proceso sea realmente fácil de principio a fin.
Colores cálidos y fríos
El fascinante mundo de la psicología del color ha sido explorado, diseccionado y analizado por expertos. Por eso podemos afirmar con seguridad que los colores tienen un impacto indudable en nuestra mente, nuestro estado de ánimo y nuestro espíritu. El color es una potente herramienta de comunicación, y todos nos beneficiaríamos enormemente si comprendiéramos los efectos que ciertos tonos tienen sobre nosotros. Por ejemplo, mientras que algunos colores pueden aumentar la presión arterial, otros promueven la serenidad y la paz mental. Desde los cambios biológicos hasta los de comportamiento, los colores influyen en nuestro bienestar en más de un sentido.
Los colores se clasifican en dos grupos principales: cálidos y fríos. Si dibujamos una línea en el centro de la rueda de colores, podemos identificar fácilmente cuáles son. Los colores de la derecha son cálidos, y los de la izquierda se clasifican como fríos. El rojo, el naranja y el amarillo se consideran tonos cálidos, y el verde, el azul y el violeta se consideran tonos fríos. La principal diferencia entre ambos es que los colores cálidos tienen las longitudes de onda más largas del espectro. Los colores fríos tienen longitudes de onda más cortas y no avanzan hacia el ojo.