Escultura a la cera perdida
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Joyas de fundición a la cera perdida
Las esculturas de bronce son uno de los aspectos principales de la obra de Dalí. Su genio creativo se manifiesta a través de la tridimensionalidad que da forma a sus imágenes surrealistas fetiche. Esta pasión y el increíble deseo de expresión fueron su motor desde 1934 hasta 1987. La colección de esculturas de la exposición pone de relieve la imaginería del maestro catalán y una dimensión poco conocida de su obra. Cada una de sus esculturas, realizadas mediante el proceso de “fundición a la cera perdida”, desde el Elefante Espacial hasta La Persistencia de la Memoria, es producto de sus temas e imágenes favoritas.
“Salvador Dalí afirmaba a menudo que, aunque estudiaba escultura en la escuela de Madrid, y podía esculpir tan bien como cualquiera de sus contemporáneos, aún así no se consideraba escultor. Decía que, en cambio, se especializaba en “transformaciones”. Insistió una y otra vez en que era la IDEA -la idea surrealista- de ver algo nuevo, especialmente en los objetos extraños, lo que hacía única su obra en formas tridimensionales. La exposición “Dalí en la tercera dimensión” es, por tanto, una prueba incontestable y viva de que Salvador Dalí siempre se adelantó a la época en la que vivió. Sus obras de arte tridimensionales, independientemente de su producción, son una prueba clara de que las ideas son artesanales”. A. Reynolds Morse, fundador y último presidente de la Fundación Salvador Dalí de Florida, describe la implicación inicial de Dalí en la creación de obras de arte tridimensionales en su texto Las dimensiones del surrealismo.
Fundición de bronce a la cera perdida
La manzana hueca de parafina se cubre con un molde final ignífugo, en este caso a base de arcilla, una vista abierta. El núcleo también se rellena con material ignífugo. Obsérvese los soportes del núcleo de acero inoxidable. En el siguiente paso (no se muestra), el molde se calienta en un horno boca abajo y la cera se “pierde”
La fundición a la cera perdida (también llamada “fundición a la inversión”, “fundición de precisión” o “cire perdue”, que ha sido adoptada del francés, y que se pronuncia [siʁ pɛʁdy])[1] es el proceso por el cual se funde una escultura metálica duplicada (a menudo de plata, oro, latón o bronce) a partir de una escultura original. Con este método se pueden conseguir obras intrincadas.
El ejemplo más antiguo que se conoce de esta técnica es un amuleto de 6.000 años de antigüedad de la civilización del Valle del Indo[2]. Otros ejemplos de periodos algo más tardíos son los de Mesopotamia en el tercer milenio a.C.[3] y los objetos descubiertos en el tesoro de la Cueva del Tesoro (Nahal Mishmar) en el sur de Palestina (región), que pertenecen al periodo calcolítico (4500-3500 a.C.). Las estimaciones conservadoras de la edad a partir de la datación por carbono 14 sitúan los objetos en torno al 3700 a.C., lo que hace que tengan más de 5.700 años de antigüedad[4][5] La fundición a la cera perdida estuvo muy extendida en Europa hasta el siglo XVIII, cuando predominó el proceso de moldeado en pieza.
Proceso de fundición a la cera perdida pdf
El oficio de hacer esculturas utilizando diferentes metales se remonta a miles de años atrás. Desde las primeras civilizaciones, los metales se funden, moldean y dan forma a las estatuas. Pero el nivel de complejidad y detalle alcanzado puede variar significativamente, dependiendo del proceso de fundición. La técnica de fundición a la cera perdida se inventó para crear el mayor nivel de detalle en la escultura. Se trata de un método de fundición de metal en el que se vierte metal caliente en un modelo de cera, que se “pierde” durante el proceso. La técnica de fundición a la cera perdida, que toma su nombre del término francés “cire perdue”, se originó hace más de 5.000 años. Todavía hoy se realizan en todo el mundo esculturas únicas y muy detalladas con esta técnica.
Antiguamente, las piezas fundidas en la India se hacían a menudo en cobre puro, pero el bronce (una aleación formada por cobre y otros metales) se convirtió rápidamente en el material preferido para la estatuaria, ya que es más fuerte y resistente. La icónica escultura de bronce “Dancing Girl”, realizada en el 2500 a.C. en Mohenjo-daro, es una de las primeras esculturas indias conocidas creadas con la técnica de la cera perdida.
Técnica de cera perdida en odontología
La manzana de parafina hueca se cubre con un molde final ignífugo, en este caso a base de arcilla, una vista abierta. El núcleo también se rellena con material ignífugo. Obsérvese los soportes del núcleo de acero inoxidable. En el siguiente paso (no se muestra), el molde se calienta en un horno boca abajo y la cera se “pierde”
La fundición a la cera perdida (también llamada “fundición a la inversión”, “fundición de precisión” o “cire perdue”, que ha sido adoptada del francés, y que se pronuncia [siʁ pɛʁdy])[1] es el proceso por el cual se funde una escultura metálica duplicada (a menudo de plata, oro, latón o bronce) a partir de una escultura original. Con este método se pueden conseguir obras intrincadas.
El ejemplo más antiguo que se conoce de esta técnica es un amuleto de 6.000 años de antigüedad de la civilización del Valle del Indo[2]. Otros ejemplos de periodos algo más tardíos son los de Mesopotamia en el tercer milenio a.C.[3] y los objetos descubiertos en el tesoro de la Cueva del Tesoro (Nahal Mishmar) en el sur de Palestina (región), que pertenecen al periodo calcolítico (4500-3500 a.C.). Las estimaciones conservadoras de la edad a partir de la datación por carbono 14 sitúan los objetos en torno al 3700 a.C., lo que hace que tengan más de 5.700 años de antigüedad[4][5] La fundición a la cera perdida estuvo muy extendida en Europa hasta el siglo XVIII, cuando predominó el proceso de moldeado en pieza.