▷ Hercules y el leon de nemea escultura

matando al león nemeano

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debilidades del león de nemea

El cuadro representa a Heracles luchando contra el León de Nemea. El crítico de arte español Soria sugiere una comparación con una xilografía realizada por Cornelis Cort a partir de una obra de Frans Floris, basada en la posición del héroe. El escenario rocoso fue diseñado según una xilografía de Barthel Beham: Lucha contra el centauro (1542).

Forma parte de una serie de 10 obras sobre los Trabajos de Hércules encargadas por Felipe IV de España para la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro. La serie se expone actualmente en el Museo del Prado.

estatua de hércules

Rubens era un pintor magistral de bocetos al óleo, que utilizaba para generar ideas pictóricas y mostrarlas a sus mecenas y ayudantes del taller. Este boceto puede estar relacionado con un encargo que recibió en 1639 para una serie de escenas de caza para el Palacio Real de Madrid. Representa el primero de los doce trabajos de Hércules: estrangular al león enviado por la diosa Hera para amenazar la región de Nemea, en el sur de Grecia. A partir de entonces, Hércules se puso la piel impenetrable. En Roma, Rubens había dibujado estudios del Hércules Farnesio -una de las esculturas más famosas de la antigüedad- y el musculoso héroe, un humano que alcanzó la inmortalidad gracias a sus hazañas, era un tema favorito.

altura del león de nemea

Heracles, al visitar el lugar, fue acogido por un pobre campesino llamado Molorchos, cuyo hijo había sido asesinado por el león. El campesino quiso honrar a su invitado ofreciéndole el único carnero que tenía, pero Heracles lo disuadió y le pidió que esperara treinta días y aguardara su regreso. Si no volvía, podría sacrificar el carnero en su memoria.

Heracles siguió su camino y rastreó al león durante veintiocho días. Primero intentó matarlo con flechas y espada (y a veces con su garrote), pero fue en vano, porque su piel era impenetrable. Como el león vivía en una cueva con dos salidas, el héroe cerró una de ellas, lo agarró y lo estranguló con sus propias manos. Luego se puso su piel.

Luego llevó los restos del león a Euristeo. Éste, aterrorizado, exigió a Heracles que sus trofeos fueran depositados ahora a las puertas de Micenas. Y fue por tanto Copreus, un hijo de Pélope, quien transmitió las órdenes al héroe.

El simbolismo del león, el rey de las bestias, evoca aquí el punto culminante de la personalidad del ego en el hombre -el “pequeño yo” que todo lo devuelve a sí mismo-, nacido de la ignorancia y del sentimiento de estar separado (Apesante significa “separado”), es decir, lo que llamamos el “ego” mental-vital.