Escultura de auguste rodin
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Línea de tiempo de auguste rodin
François Auguste René Rodin (12 de noviembre de 1840 – 17 de noviembre de 1917) fue un escultor francés[1] considerado generalmente como el fundador de la escultura moderna[2]. Rodin poseía una habilidad única para modelar en arcilla una superficie compleja, turbulenta y profundamente embolsada. Es conocido por esculturas como El pensador, Monumento a Balzac, El beso, Los burgueses de Calais y Las puertas del infierno.
Muchas de las esculturas más notables de Rodin fueron criticadas, ya que chocaban con las tradiciones predominantes de la escultura figurativa, en la que las obras eran decorativas, formulistas o muy temáticas. Las obras más originales de Rodin se apartaron de los temas tradicionales de la mitología y la alegoría. Modeló el cuerpo humano con naturalismo, y sus esculturas celebran el carácter individual y la fisicalidad. Aunque Rodin era sensible a la controversia que rodeaba su obra, se negó a cambiar su estilo, y su continua producción le valió el favor del gobierno y de la comunidad artística.
El beso escultura rodin
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Nuestro aprecio por el modernismo va más allá de la arquitectura y se extiende a todos los medios del pensamiento creativo, incluido nuestro amor por la escultura (y nuestra propia escultura en Optima). La escultura ha sido durante mucho tiempo una expresión artística que ha atravesado décadas y culturas, pero los inicios de la escultura moderna se produjeron con el famoso visionario Auguste Rodin.
En el siglo XX, las prácticas escultóricas en Europa giraban en gran medida en torno a los ideales neoclásicos y románticos. El contorno y la claridad definían las figuras, y los artistas se inspiraban en el arte y la cultura de la antigüedad griega clásica. A menudo, los escultores incluso retrataban a sus sujetos con trajes romanos en lugar de ropa contemporánea. Pero el mundo de la escultura experimentaría un cambio drástico en la Exposición de París de 1900, cuando Auguste Rodin aprovechó la feria mundial para desvelar una nueva forma de pensar en cuanto a la forma esculpida.
Obras de arte de auguste rodin
Cuando se le reprochó que sólo mostraba “simples partes del cuerpo humano”, Rodin defendió la fuerza expresiva de la figura parcial: “Esa gente”, decía, “¿no entiende nada de escultura? ¿Sobre el estudio? ¿No creen que un artista tiene que aplicarse a dar tanta expresión a una mano o a un torso como a un rostro? ¿Y que es lógico y mucho más artista exhibir un brazo que un “busto” arbitrariamente privado por la tradición de sus brazos, piernas y abdomen? La expresión y la proporción son los objetivos. El modelado es el medio: es a través del modelado que la carne vive, vibra, lucha y sufre…” (Rodin citado por D. Viéville, Rodin-Freud, p. 165, cortesía www.musée-rodin.fr)
Rodin, uno de los mayores y más prolíficos escultores de toda la historia del arte, creó obras que se inspiran en el arte del pasado y abren el camino a la modernidad. Inspirado en los antiguos mármoles griegos y romanos y en los magníficos Esclavos de Miguel Ángel, Rodin reimaginó formas humanas fragmentarias y las convirtió en obras de arte completas. Se rebeló contra el gusto imperante en el siglo XIX por la composición acabada y el tema reconocible, y descartó la idea de que las obras de arte debían representar una forma humana en su totalidad.
Los burgueses de calais
En una carrera que abarcó desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, Auguste Rodin (francés, 1840-1917) se inspiró profundamente en la tradición, pero se rebeló contra sus formas idealizadas, introduciendo prácticas innovadoras que allanaron el camino a la escultura moderna. Creía que el arte debía ser fiel a la naturaleza, una filosofía que determinó su actitud hacia los modelos y los materiales. Muchos conocen a Rodin por las controversias que rodean a algunas de sus obras, como los escándalos en torno a La Edad del Bronce o el Monumento a Honoré de Balzac, y por sus proyectos inacabados, el más famoso de los cuales es Las puertas del infierno. Pero pocos que reconozcan las esculturas de Rodin han dejado de conmoverse con ellas. Su genio consistía en expresar las verdades internas de la psique humana, y su mirada penetraba por debajo de la apariencia externa del mundo. Explorando este reino bajo la superficie, Rodin desarrolló una técnica ágil para representar los estados físicos extremos que corresponden a expresiones de agitación interior o de alegría abrumadora. Esculpió un universo de gran pasión y tragedia, un mundo de imaginación que superaba la realidad mundana de la existencia cotidiana.